Tema 7



Instalación de redes de datos y telecomunicaciones (I)

1. Instalación de la canalización

La planificación del tendido es la primera fase de la instalación efectiva de una red.
Conviene identificar los tendidos de cable ya existentes, ya que en muchos casos puede utilizarse la misma canalización, lo que supondrá un ahorro considerable en el tiempo y el coste de la instalación.

Los puntos de entrada para los tendidos deben mantenerse accesibles, para permitir la instalación, revisión y mantenimiento del cableado sin riesgo personal ni material. Asimismo, en las canalizaciones se deben evitar las fuentes de humedad, calor y vibración, ya que podrían dañar el cableado.

A la hora de elegir el tipo de canalización que vamos a emplear, hay que tener presente que su sección debe permitir albergar todo el cableado necesario; a ser posible, que quede holgado y con espacio suficiente para futuras ampliaciones.

Se procurará que la canalización tenga puntos de registro cada 12 m aproximadamente.

1.1. Canalización aérea

Se denomina así a la canalización que se realiza para conducir cableado por la zona superior de un espacio abierto o cerrado.

Esta canalización puede ser de tres tipos:

  • Canalización en techo: va anclada al techo con unas fijaciones que la soportan. Esta canalización normalmente está a la vista. 
  • Canalización en techo técnico: hay un falso techo que oculta tanto la canalización como el resto de la instalación de techo (por ejemplo, la iluminación o el aire acondicionado). 
  • Canalización en pasarela: se utiliza para llevar de un lado a otro la línea de cableado sin ayuda de soportes a techo, pared ni suelo. Para ello se arma una estructura que actúa como un bastidor se soporte sobre la que se fija la canalización, a modo de puente o pasarela (de ahí el nombre). Esta modalidad se emplea para pasar el cableado en espacios abierto o donde la distancia a techos y suelos es demasiado grande (por ejemplo, en naves industriales).

La canalización aérea, a menudo, debe librar obstáculos y transcurrir por rutas de trazado irregular. Por ello, la variedad de elementos disponibles para construir las canalizaciones es muy amplio.

la instalación de este tipo de canalización exige disponer de soportes, que pueden ser de diferentes clases:

  • Soporte de varillas (una o dos): Para bandejas con cargas ligeras. Se pueden colocar en techos inclinados y admiten varias alturas.

  • Soporte de escuadra: Para bandejas con mayor carga. La cabeza puede ser pendular, para adaptarse a techos inclinados o puede retirarse y fijar el perfil una pared. Su resistencia los hace ideales para tener varios niveles.

  • Soporte a pared: Para bandejas con poca carga que no pueden fijarse directamente al techo (por ejemplo, techos de cristal). Solo admiten canalización a un nivel.

Los soportes se fijan a la superficie a través de un anclaje de fijación. A la hora de elegir el anclaje hay que tener en cuenta:
  • El material de la superficie donde se fijará.
  • El peso que deberá soportar.
si la superficie donde se desea fijar el soporte no puede perforarse o no es conveniente hacerlo (por ejemplo, vigas metálicas), el anclaje se hace a través de grapas, que pueden fijarse a la superficie como su fueran una mordaza.

La instalación mediante grapas debe garantizar que el soporte aguantará el peso de las bandejas con sus cables.


La cantidad de soportes que se fijarán en la línea de canalización dependerá de dos factores:

  • La carga de la bandeja: cuanta más carga tenga, menos distancia debe haber los soportes.
 Se recomienda que la distancia entre dos soportes no sobrepase nunca los 3 m.
  • Los obstáculos de infraestructura: las columnas, paredes, cambios de nivel, giros y derivaciones de la línea propician que haya que colocar esos puntos clave con soportes de refuerzo.
El tipo de bandeja también es variable, dependiendo de qué tipo de cable vaya a conducirse.

  • Bandeja de rejilla: Para la canalización de cableado estructurado.

  • Bandeja de escalera: Para la canalización de cableado de energía grueso.

  • Bandeja de vano ancho: Para canalizaciones donde, por limitaciones estructurales, la distancia entre soporte es superior a 3 m.

  • Bandeja modular: Para canalización por la misma línea de tipos de cable diferentes, evitando interferencias entre ellos.

Otro factor importante a la hora de elegir el modelo de bandeja es el ambiente electromagnético al que está sometido a lo largo de su recorrido.

  • Protección mínima

  • Protección aceptable


  • Mucha protección

  • Protección máxima



Las bandejas de material aislante (plástico, por lo general) no ofrecen apenas protección, independientemente de su forma. Elegiremos siempre bandejas metálicas.

Debemos tener en cuenta que la canalización lleva una descarga a tierra, igual que otros elementos metálicos de la infraestructura de la red, como los armarios de distribución. Por ello, los elementos que se vayan a unir no deben tener capa alguna de pintura o aislamiento, deben estar bien protegidos contra la corrosión, y se unirán manteniendo la forma de la sección de la canalización a lo largo de todo su recorrido.

Hay que garantizar que no queden tramos aislados en la canalización, donde pueda acumularse carga electrostática que perjudique a la red.


Cuando la canalización tenga que cruzar un obstáculo (por ejemplo, una pared) y no haya más remedio que interrumpir el tramo, las dos secciones se interconectarán con elementos de baja impedancia (como cintas malladas o placas de unión con bulonería).

La disposición del cableado en la canalización no es un aspecto trivial. El cableado  deberá reposar sobre la base de la bandeja de forma ordenada, agrupando los cables en mazos que se recogerán con bridas o collarines de velcro distanciados entre 50 cm y 1 m, salvo en las proximidades de cruces, giros y derivaciones, donde deberán llevar un refuerzo extra.

Las zonas especialmente protegidas contra los efectos de las perturbaciones electromagnéticas son las esquinas de la bandeja, por lo que siempre procuraremos colocar los mazos lo más separados posibles, partiendo de ellas al centro de la bandeja.

Cuando apilemos los mazos seguiremos las mismas directrices para su distribución.

En el caso de que se quiera conducir el cableado estructurado por la misma canalización que el cableado de energía, habrá que tener en consideración las perturbaciones que puedan producirse las perturbaciones que puedan producirse en el interior de la bandeja. Si estas son excesivas, habrá que utilizar bandeja con divisor para las dos vías.

En general, se utiliza bandeja con división cuando el cable de datos no está apantallado y la distancia que recorren las dos vías juntas es superior a 35.

Cuando se instalen bandejas a diferente nivel, o cuando se crucen mazos de cableado en la misma línea, para reducir los efectos producidos por las perturbaciones electromagnéticas, se procurará que el cruce sea en á
ngulo recto.

1.2. Canalización bajo suelo

Los elementos que se emplean en la canalización bajo suelo son:

  • Cajas de registro y derivación: se colocan en puntos intermedios del recorrido de la canalización para permitir la revisión y el mantenimiento del cableado interior.
  • Conjuntos portamecanismos: integran los sistemas de conexión de los que dispondrá el área de trabajo. A menudo esta cada incluye las tomas de suministro eléctrico.
  • Canales: son los tramos que constituirán la línea de canalización. Estos módulos pueden tomar dos formas:
Rectos

En codo

Suelen integrar separadores en su interior y algunos modelos permiten el apilado de canales.

Los tramos de canal se fijan al suelo mediante anclajes que incluso pueden permitir la regulación de la altura del canal.

A través de uniones de canal se empalman los tramos de canalización, ya sean rectos o en codo.

El material de la canalización bajo suelo suele ser chapa se acero galvanizado. Se se necesita cortar tramos de canal, se utilizará una amoladora con disco para acero, siguiendo las instrucciones del fabricante y tomando las debidas precauciones.

Para decidir qué tipo de canalización bajo suelo emplear, habrá que considerar los siguientes aspectos:

Tipo de suelo y su mantenimiento: ¿va a utilizarse un falso suelo, o suelo firme con limpieza en seco o en mojado?

Flexibilidad del sistema: ¿varía o no la disposición de las áreas de trabajo?; y, si varía, ¿con qué frecuencia?

Capacidad del canal: ¿qué cantidad de cables van a conducirse por la canalización?

Según estos parámetros, podremos escoger entre varios modelos, de los que destacamos los que veremos a continuación.


Canalización bajo suelo cubierto por solado

Este sistema se instala sobre el propio hormigón antes de proceder al solado. Solo se dejan visibles los puntos de registro y los conjuntos portamecanismos., donde se montan las tomas de electricidad y datos.

Estas canalizaciones no tienen mucha altura (unos 50 mm), por lo que no son adecuadas para redes con una tirada de cables muy elevada (más de 75 por canal).

Puede aplicarse a cualquier tipo de suelo, y es la canalización más indicada para los sistemas en que el área de trabajo puede cambiar de posición en torno a los puntos de suministro con cierta frecuencia.




Canalización a ras de suelo 

Es un sistema similar al anterior, solo que en este caso toda la canalización queda a la vista, al mismo nivel que el suelo.

Utiliza canales con mayor sección (puede albergar más de 500 cables), pues deben estar a la misma altura que las cajas de registro y portamecanismos.

Cualquier tramo de canal es accesible en todo momento y la instalación puede modificarse sin problemas sobre la línea fijada inicialmente. Por este motivo, podemos emplear este tipo de canalización en situaciones en las que el puesto de trabajo puede desplazarse a lo largo del trazado del canal.

Aunque podría utilizarse sobre cualquier tipo de suelo, por estética está especialmente indicado para suelos enmoquetados.

Los tramos de canal se fijan a la superficie mediante tacos niveladores que permiten enrasar con el suelo.



1.3. Canalización en suelo técnico

Puede considerarse otra forma de canalización bajo suelo, ya que el cableado va por debajo de la superficie visible.

Hay dos variantes de este tipo de canalización:

Falso suelo con paneles

En la estructura del suelo de hormigón se fija unos soportes niveladores sobre los que descansan unas placas de falso suelo.

La cámara intermedia entre las dos superficies se utiliza como espacio para poder tirar el cableado. Para organizar las diferentes líneas se suelen utilizar bandejas portacables, típicas de canalizaciones aéreas, aunque no siempre es así.

Las placas que conforman el falso suelo pueden ser ciegas o integrar puntos de registro, así como conjuntos portamecanismos. Son paneles rígidos, pero no es recomendable su uso para soportar fuertes impactos o elementos muy pesados.

La flexibilidad de este sistema está limitada por la distribución de las bandejas portacables, en el caso de que estén instaladas.


Suelo hueco

En este sistema, el conjunto de paneles se sustituye por un falso solado, más robusto, que puede ir sobre soportes niveladores o directamente al suelo mediante puntos de apoyo del mismo material que la estructura.

Las ubicaciones de los puntos de registro y conjuntos portamecanismos se deciden en el momento de la instalación del suelo. En previsión de futuras variaciones pueden practicarse huecos que quedan ciegos hasta el momento de su uso.

tiene la ventaja de poder mover con cierta libertad el cableado por la cámara disponible entre los dos suelos, pero no es tan versátil como el falso suelo de paneles.

Se utiliza en entornos donde es necesario aplicar un falso suelo y, además, se ca a cometer a situaciones de sobrepeso, vibración, etc.




1.4. Canalización en superficie

La canalización en superficie tiene dos finalidades:

  • Conducir tramos de cableado desde una troncal hasta zons concretas de distribución.
  • Conducir un número reducido de cables hacia los puntos finales de las áreas de trabajo.


Para la primera finalidad no es común utilizar canalización en superficie, pero cuando se emplea, por su magnitud, suele ser una bandeja de tipo escalera fijada en la pared. En esta canalización el acceso directo al cableado prima sobre la estética de la instalación, utilizándose solo en zonas donde el acceso esté restringido a mantenimiento.

La canalización en superficie más común es la aplicada a la segunda finalidad, donde la estética es importante y también lo es que el cable no sea accesible directamente a cualquier usuario. El medio de canalización más común es la canaleta, que puede ser metálica o de plástico.

Las canaletas, como ya vimos con las bandejas, existen en una amplia variedad de anchos para dar cabida a diferente magnitud de cableado. También pueden encontrarse con separadores.

Aquí algunos de los elementos más comunes para su interconexionado.

Tapa final
Derivación en T
Ángulo interior
Tapajuntas
Ángulo plano
Ángulo exterior
Derivación a minicanal

Los modelos de canaleta actual incluso permiten integrar en ella las cajas de mecanismos de forma muy rápida y sencilla.

La canaleta está constituida por dos elementos: cuerpo y tapa. El cuerpo es el armazón que se fija a la pared y la tapa es un elemento móvil que es utiliza para ocultar y proteger el contenido del cuerpo. En algunos modelos la tapa es abatible, y se abre y se cierra mediante un movimiento de bisagra.

La canaleta puede fijarse a la superficie de dos formas:

Atornillado: la canaleta tiene practicados agujeros a intervalos de aproximadamente 25 cm, lo que obliga a perforar la pared e introduciendo tacos en ella para atornillar la canaleta.

Autoadhesivo: la canaleta se pega a la pared retirando el papel protector de una tira autoadhesiva que se integra en su parte trasera. Este modelo de fijación se utiliza en modelos de canaletas llamados minicanal, con un ancho de unos 10 cables.



La canaleta puede estar diseñada en PVC de varios colores (el más común es el blanco) o en aluminio anodizado (también fabricado en varios colores), pero puede pintarse del color que se desee para que la canalización se integre mejor en el espacio donde se instale.

Para proteger la superficie de la canaleta durante su instalación, viene con una lámina plástica adhesiva que retiraremos tras colocarla.

 Los aspectos que deben tenerse en cuenta para la instalación de la canaleta son prácticamente los mismos principios que hemos visto para las bandejas en cuanto a su dimensionamiento y colocación del cableado.

La canalización irá en un único troncal, del que se generarán ramificaciones solo cuando sea estrictamente necesario. Por otro lado, la altura a la que se instala el troncal de canalización varía: lo más común es aprovechar el suelo o el rodapié para llevar más fácilmente a nivel. Otro opción muy utilizada es instalar la canaleta a la altura de los puestos de trabajo; de esta manera se evitan las ramificaciones del troncal a la caja de mecanismos.

A nivel del suelo.
A nivel de la mesa de trabajo.
A nivel del techo.

Hay un tipo de canaleta especial que se utiliza para atravesar un espacio empleando como superficie el suelo. Esta canaleta está diseñada en forma de arco, para que pueda ser pisada sin riesgo de dañar el cableado de su interior. Las hay tanto de PVC como metálicas, aunque lo recomendable, por su consistencias, es emplear el modelo metálico.

La canalización en superficie a través del suelo debe ser el último recurso en una instalación, ya que es el modelo en el que el cableado queda más expuesto.

Cuando, inevitablemente, hay que instalar canaleta de suelo, se procurará utilizar un modelo que garantice la integridad del interior del cableado ante los agentes externos: si la canalización está en una zona de paso se utilizará un modelo que aumente su visibilidad; si está en un lugar de paso de vehículos se empleará un modelo reforzado, especial para aguantar cargas pesadas, etc.

Canaleta de suelo


1.5. Canalización empotrada

La canalización empotrada se utiliza en dos situaciones:

  • cuando existe una canalización previa que quiere aprovecharse.
  • cuando no se quiere dejar a la vista el medio de canalización.

En el caso de que no existan rutas previas construidas (ya sea en el proyecto de construcción o en una obra posterior), será necesario crearlas. Para ello, se hará una roza por la que se colocará una manguera para canalizar el cable.

En grandes instalaciones, las rozas que se hacen en la pared para empotrar la canalización pueden alojar varios viales. De hecho, en algunas construcciones se utiliza la cámara entre dos paredes para tiras con libertad la canalización.

La necesidad de realizar una obra para acometer la instalación de la canalización conviene esta opción en la menos empleada, salvo que se trate de una obra nueva.

Cuando se utilicen los canales empotrados existentes, hay que tener la certeza de que el ancho de estos va a permitir alojar todo el cableado que se necesite. Por este motivo, la canalización empotrada no suele recomendarse para instalaciones de red en las que esté previsto un crecimiento considerable a corto o medio plazo.

2. Integración de la instalación con el sistema contra incendios

Un aspecto importante a tener en cuenta desde el momento del diseño de la red es la integración de la instalación con los sistemas de seguridad del inmueble, en concreto con el sistema contra incendios.

Entre las medidas más habituales que conforman dicho sistema está la utilización de materiales de construcción y estructuras especiales para evitar la propagación de los incendios, como los llamados "muros cortafuegos".

El muro cortafuegos, además de ser resistente al fuego, evita que se extienda. Esto permite aislar zonas afectadas y proteger a las personas elementos sensibles del edificio, como pueden ser los cuadros de telecomunicaciones.

Cuando es necesario canalizar a través del muro cortafuegos es muy importante, una vez se ha colocado la canalización, revestir el orificio con masilla intumescente.

Si la canalización es tubular se utilizará un collarín intumescente, que es una pieza prefabricada que puede envolver la superficie visible de un tubo en el paso de un muro, pared o suelo.



Si la canalización es mediante una bandeja, además del revestimiento exterior puede utilizarse una almohadilla intumescente, que se colocará en el interior de la canalización, sobre el cableado, en la zona de paso del muro. Esta almohadilla tiene la propiedad de que, cuando se produce un incendio, se expande y cierra el paso a fuego, humos y gases.

Hay que tener en cuenta que estos sistemas no están diseñados para apagar el fuego, sino para retardar lo máximo posible su propagación.

3. Instalación de las tomas

La toma constituye el punto final de la red de cableado. A partir de ahí, el usuario conectará su equipo para integrarse en la red.

Como ya vimos, el punto de suministro de red al usuario no solo proporciona acceso a la red de datos, sino que suele ofrecer también acceso a la red de voz y a la red eléctrica.

Además, en función de las características de la red, se pueden integrar varias formas. Todas ellas van sobre un soporte llamado caja de mecanismos o, simplemente, portamecanismos.

Estos elementos pueden ser de muy diferente naturaleza, en función, sobre todo, del tipo de canalización que utilicemos para llevar el cableado hasta ellos.

Además de la colocación de mecanismos, en el suelo técnico se instalan también cajas de registro, cuya finalidad, como ya vimos, es permitir el acceso a las canalizaciones para revisar el cableado.

La caja de registro tiene una apariencia muy similar a la caja de mecanismos. De hecho, la estructura sobre la que se asientan en el suelo suele ser la misma para casi todos los fabricantes.

Las cajas de registro deben colocarse en lugares estratégicos de la canalización, evitando zonas de tránsito y también lugares donde puedan quedar ocultas por muebles, maquinaria, etc.

3.1. Caja en suelo técnico

La caja de mecanismos en el suelo técnico está integrada con el resto de la canalización. La parte directamente accesible está protegida con una tapa, que en la gran mayoría de los modelos es abatible. La cara visible de la tapa es del mismo material que la superficie del suelo o, en su defecto, de plástico, metal o algún material específico (por ejemplo, antideslizante, para suelos húmedos).

La caja está preparada para encajar en la canalización. Cuando se ha tirado el cableado hasta ella, se preparan las conexiones y posteriormente se insertan en los huecos practicados en su frontal.

Según el modelo, se pueden incorporar un tipo y número de conexiones determinado, que pueden ser reemplazadas o incluso ampliadas si fuera necesario.

Cuando la cantidad o tipo de tomas no pueden recogerse en la caja, se adopta una de las siguientes soluciones:

Colocar una caja vacía e instalar bajo el suelo técnico el conjunto de mecanismos.

Instalar un sistema de torre, que consiste en un conjunto de mecanismos que se oculta en la parte hueco del suelo y emerge cuando el usuario presiona la base instalada en el suelo técnico.

 


3.2. Caja empotrada

La caja de mecanismos se empotra en la pared cuando se utiliza una canalización del mismo tipo.

Como ya hemos visto, el empotrado se emplea cuando se hace una instalación de obra o cuando no puede utilizarse ningún otro medio alternativo.

La instalación de la caja empotrada exige acomodar la superficie para su colocación. Para ello será necesario utilizar una herramienta específica a la superficie que se vaya a picar. Antes de hacerlo verificaremos que la ruta de la canalización empotrada y el lugar donde se colocará la caja no sean un paso de tuberías, y que el acceso a la caja no quedará obstaculizado.


la caja empotrada dispone de una cascara que se alojará en la pared. Antes de colocarla habrá que agujerear el lateral para conectar la canalización. Normalmente las cajas vienen con marcas predeterminadas que hacer más sencillo el corte o la perforación.

Siempre que se pueda, la canalización se conectará a la caja mediante una arandela de acomodación o similar. Se trata de un elemento que encaja la canalización con la caja, evitando la humedad, el polvo, etc.

Cuando la caja se fije a la superficie se instalarán los mecanismos y, finalmente, los embellecedores. El orden de instalación en algunos casos depende del modelo de caja y de las instrucciones que fije el fabricante.

3.3. Caja de superficie

La caja en superficie se instala en canalizaciones de superficie y en canalizaciones empotradas cuando no se puede, o no se desea, trabajar la superficie para incrustar la caja.
El modo de instalación es similar, salvo que se fija a la pared con tornillos con tirafondo, u otros sistemas de fijación alternativo.
Cuando la caja de superficie recibe la canalización mediante tubo, para adaptar la forma redonda del tubo a la recta de la ventana lateral se pueden utilizar adaptadores de goma, que fijan perfectamente la canalización a la caja.



 


4. Instalación del cableado

4.1. Fase de preparación

Se tiende el cableado desde el punto de trabajo hasta cada uno de los puestos terminales. El punto de trabajo del instalador es el lugar desde el que se distribuye el cableado. Por lo general, suele estar ubicado en el cuarto de telecomunicaciones.

Para tirar el cableado se procede de la siguiente manera:

Se rotula el extremo del cable que se va a canalizar.

Dependiendo del tipo de canalización, se utilizará una herramienta u otra para guiar el cable por el canal. En el caso más complicado, la canalización empotrada, el cable se conduce por la canalización con la ayuda de una guía pasacables.

En el proceso de canalización del cableado se tomarán las precauciones y medidas que ya hemos tratado. En especial, hay que evitar traccionar y tensar el cable en exceso.

El método correcto de pasar el cable de un lugar al otro es tirar de él de forma suave y continuada.

Si el cable se atasca en el recorrido, tirar el lado opuesto y continuar con el proceso. Si un cable no puede finalizar el recorrido, retirarlo y revisar la canalización. No forzar nunca el cable en exceso.

Cuando el cable llegue a su destino final, se tenderá un tramo adicional de cable para que se pueda trabajar con comodidad durante su terminación.

Finalmente, se corta el cable en el extremo del punto de trabajo y se rotula de la misma manera que el extremo canalizado.

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